domingo, 29 de abril de 2012

Los descendientes: el peso de la familia

(Escrito el 24 de abril de 2012)

La película “Los descendientes” de Alexander Payne no tuvo tanta aclamación en la pasada ceremonia de los Premios Oscar porque la mayoría de premios, aplausos y focos de luz, se los llevaron “El artista” y “Hugo”. Estas dos obras evocaban la nostalgia de un pasado glorioso en la era del cine silente, pero “Los descendientes” iba por otro camino más cercano a la actualidad, el de un drama contemporáneo acerca de los vacíos en los vínculos familiares.

 De todas maneras, al final de la ceremonia el filme se llevó el merecido premio al mejor guión adaptado de la novela original de la hawaiana Kaui Hart Hemmings. Además, tuvo otras cuatro nominaciones en categorías como Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor Principal y Mejor Montaje, lo cual demostró su alta calidad artística.
Detrás de toda esta obra está la mano Alexander Payne, quien ha encontrado su propia voz narrativa en los personajes adultos que pasan por una grave crisis emocional, y el escenario más visitado por este director es el del matrimonio. La trama se centra en el personaje de Matt King (George Clooney), quien tiene que enfrentarse a la tragedia de su esposa Elizabeth porque ella ha sufrido un accidente náutico y ha quedado en estado de coma irreversible. En medio de su tristeza, él descubre que ella tenía un amante y a partir de esta nueva noticia, no sólo inicia una investigación para saber la identidad de este hombre sino que también hace un viaje interno entre sus otras dos grandes responsabilidades: el papel de padre alejado de sus dos hijas y el de cabeza principal de un numeroso grupo de parientes quienes están ansiosos por vender las tierras que sus antepasados les han heredado por centurias.
“Los descendientes” es además la oportunidad para que George Clooney brinde una de sus mejores actuaciones sin sarcasmos ni intrigas como en sus registros habituales. Es una actuación veraz sobre una persona que se ve obligada a enfrentar varios problemas de manera simultánea y que no tiene más armas para responder que la fortaleza emocional.

Precisamente, estos tipos de crisis son las favoritas de los protagonistas de Payne, las cuales ya vimos en "About Schmidt" en donde el personaje de Jack Nicholson trataba de encontrar su identidad después de la muerte de su esposa con quien estuvo más de cuarenta años casado. También le sucedió a los personajes de "Entre copas" quienes debían enfrentarse, uno, a la presión del compromiso con una boda con su obligación de matrimonio eterno, y el otro, a confrontar la decisión de tener una vida solitaria. La crisis matrimonial durante unas elecciones estudiantiles escolares, fue otro elemento que se encontró en su película "Elección" de 1999.
También esta obra presenta una galería de personajes secundarios construidos con la hábil escritura de Alexander Payne junto a Nat Faxon y Jim Rash. Hay que recordar que él ya había ganado un Oscar en la misma categoría de Mejor Guión Adaptado en 2005 con “Entre copas”.  Se destacan los personajes de Alexandra (Shailene Woodley), quien es la hija mayor y cómplice de investigación; Sid (Nick Krause), el amigo de Alexandra quien le da humor al relato; y por último está Julie (Judy Greer), la esposa de su rival, quien se desenvuelve con soltura  y demuestra su oficio como actriz secundaria.
Igualmente, el filme logra otro de sus objetivos, que es cambiar la imagen de paraíso y de postal que tiene Hawaii para el mundo. Su hermoso paisaje es sólo el marco de una historia íntima y triste de una familia que trata de sobrellevar la nueva situación sin la figura materna. En los años ochenta, la popular serie “Magnum”, protagonizada por Tom Selleck, le había dado la imagen a la isla de ser un escenario de intrigas y acción, que había previamente preparado en los setentas otra serie como “Hawaii 5-0”.
Por último, la melancólica música que acompaña toda la obra termina de moldear más esa sensación de despedida, perdón y reconciliación que persigue la obra en su subtexto. Recomendada sin lugar a dudas.