sábado, 4 de diciembre de 2010

Al filo de la oscuridad: al filo de lo predecible

(Escrito el 7 de abril de 2010)


El último papel protagónico que había realizado el reconocido actor Mel Gibson fue en la película Signos de M. Night Shyamalan en la que interpretaba a un padre de familia, que además de ser sacerdote viudo, debía proteger a su familia de una invasión alienígena.  Este perfil de padre atormentado lo venía mostrando en otras obras anteriores como en la película épica El patriota (2000) y el thriller Rescate (1996).  Así que el papel de padre enfurecido por ofensas personales a su familia es parte del perfil que ha interpretado en los últimos años, pasando de encarnar a la figura del héroe solitario como lo hizo en títulos como Mad Max, Arma Mortal, Payback, y Maverick , a la de héroe protector.
De todos los papeles de padre golpeado que ha hecho Gibson hasta el momento, este último como Thomas Craven en Al filo de la oscuridad es el más débil de su carrera y no llega al nivel que había dejado en las obras anteriores.   La acción de la película detona cuando llega a visitarlo su hija Emma y es asesinada en la puerta de su propia casa con un tiro de escopeta delante de él. Este policía de la ciudad de Boston quien está cerca al retiro, inicia con su investidura una investigación individual pero a medida que esta avanza y encuentra personajes claves con revelaciones del pasado laboral de su hija, se va convirtiendo en soporífera, en lugar de tensionante.  Los diálogos son en su mayoría son clichés oídos una y otra vez con total carencia de tensión.    La gran verdad que está averiguando Craven, el espectador la puede adivinar con mucha facilidad, así que sus dos horas de extensión son innecesarias, después de saber que Northmoor, una poderosa empresa productora de armas, tiene investigaciones secretas de armas nucleares que vende a países extranjeros.
Originalmente Al filo de la oscuridad fue una serie de televisión británica de seis episodios realizada en 1985, que Martin Campbell el director actual también había dirigido. Esta serie tuvo un buen recibimiento del público y de la crítica, porque se tomaba su tiempo para contar la larga investigación de este padre que quiere averiguar por qué su hija fue perseguida y asesinada por la compañía en la que trabajaba.  Un personaje fundamental allí fue Jedburgh, un hombre de servicios privados secretos quien resolvía parte de la trama. En la nueva versión este personaje que interpreta Ray Winston no desarrolla su peso dramático y sus apariciones se reducen a diálogos cortos, pseudo misteriosos y deslucidos que queda en gran evidencia en la risible escena en el muelle en la que le dice a Craven que él es quien le permite estar vivo mientras bebe un costoso vino.  Esta relación que es clave en la resolución de la película no logra cimentarse y los motivos personales de la intervención de Jedburgh quedan más bien como un “Deux ex machina” desarrollado abruptamente en una patética escena final en la sala del senador donde termina la acción que el propio Craven no alcanza a concluir. 
Al filo de la oscuridad es una película inconsistente, que descuida a Jedburg como personaje clave y exagera en las apariciones de los testigos cercanos a las acciones que desencadenaron en la muerte de Emma,  como lo son su novio David y su amiga Melissa quienes sobreactúan en sus interpretaciones, pero tampoco sus diálogos les ayudan mucho.  La relación más sólida que se desarrolla en la obra es la que se construye entre Thomas y su hija Emma, quien va apareciendo en su cabeza con el recuerdo que el preserva con mayor recelo: el de la dulce niña que protegía, educaba y mimaba.   
El neocelandés Martin Campbell es un director que ha demostrado una gran habilidad para las películas de acción como lo hizo con anterioridad en Casino Royale la mejor película del agente James Bond en las últimas dos décadas, y también en el género de aventura con La máscara del zorro con Antonio Banderas como protagonista. Pero estas dos obras tuvieron un guión muy bien logrado que es precisamente lo que le hace falta a Al filo de la oscuridad. Las escenas de acción, en especial las muertes de Emma y su amiga Melissa, logran sorprender por su inesperada irrupción, pero no son suficientes para sostener la obra.   Esta es una obra que será olvidada con facilidad de la filmografía de Mel Gibson y de Martin Campbell.

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